La Página del Hincha

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En Esta Sección los Hinchas nos Comentan algo que les Haya Ocurrirdo en Una Cancha de Fútbol

Por Martín(Boca VS River en Mendoza - Año 2001)

Inentendible. Incomprensible, estupido, demente...no hay palabras para describir el accionar de las autoridades. ¿Algún día van a entender que las banderas son parte de la fiesta del fútbol?... no pierdan más tiempo prohibiendolas. Ocupense de que en las populares no haya cuchillos y armas. Heridos e imágenes espantosas fueron causadas por este capricho del Juez Victor Perrota y de Javier Castrilli. Vergonzosa la represión policial, totalmente injustificada. Desastrozo el procedimiento. Vergonzosa la actitud de dirigentes y jugadores de River que hicieron la vista gorda y siguieron jugando un "amistoso de verano" cuando sus hinchas estaban en medio de una batalla campal con la policía. Donde chicos, chicas y familias enteras de todo el país que fueron a ver el partido tragaban y sufrían esos gases lacrimogenos. Los jugadores en vez de acercarse a la tribuna y pedir calma como lo hacen el 99% de los equipos con sus hinchas, no les importó nada y se fueron hacia el vestuario como si se tratará de una situación totalmente ajena. Eso si, cuando volaron un par de butacas al campo de juego el partido se suspendió en el acto, pero cuando en la tribuna todo era descontrol y pánico no. ¿Qué pasa señores dirigentes y señores empresarios de la televisión? Sólo les importa facturar...¿no?¿Qué se va a hacer con el irresponsable festejo del carnicero Barihjo, eso acaso eso no es provocar aún más violencia, señores del inexistente tribunal de Disciplina? Los hinchas estamos mal con esto que pasó. Día a día la gente tiene más temor de acercarse a los estadios y con este incidente otros miles de hinchas no pisarán más una cancha de fútbol en sus vidas. Gracias Perrota, gracias Castrilli, gracias "Yutas", por espantar a la gente de las canchas y por hacer todas las reglas al revés. Llegué al estadio unos 30 minutos antes de las 22. Me sorprendió que el playón de acceso estuviese dividido
para ambas parcialidades por una valla,increíblemente la Policía de Provincia de Bs. As. había descubierto que el hecho de que ambas parcialidades hagan las filas de ingreso una al lado de otra traía aparejada la posibilidad de que se produjeran incidentes.Al seguir caminando pude observar que el cuerpo de Infantería cortaba la fila para dejar pasar a la gente por tandas.Obviamente, como era de esperarse, para cortar la fila utilizaban todas las técnicas
de "arreo de ganado" existentes excepto los buenos modales. Para completar la imagen unmiembro del cuerpo de infantería estaba parado sobre una paltaforma más elevada con su arma dispuesta a disparar gases lacrimógenos en cualquier
momento que se le presentase la "gran oportunidad". Esta última imagen terminó de recordarme una película de la Segunda Guerra Mundial basada en el escape de un grupo de judíos de un campo de concentración. Al instante identifiqué a este sujeto con el guardia alemán de una torre del campo. En fin, creí hasta ese momento que era pura idea mía....Al pasar el cacheo me encontré con algo insólito. Llevaba una bandera que siempre llevo a todos lados, que dice mi nombre MARTIN, como única leyenda
agresiva y en contra de la paz, y la ley. El policía que me revisó me hizo leerle lo que decía y pude observar que evaluaba qué tan agresiva era la palabra MARTIN en un gesto de su cara, para cerrar el colmo, me permitió ingresar mi bandera pero con la condición que le saque los piolines que ésta tenía para ser atada, acción que cumplí a su lado y guardando los piolines en mi bolsillo, para luego poder pasar (total incoherencia). Después de eso me pregunté qué tipo de arma representaban los pobres piolines. A los 15 minutos de colgar mi bandera en la platea descubierta, personal policial me hizo sacarla, obedeciendo una orden del marginado comisario Deraldo Luziaga que se encontraba dentro del campo de juego. Pude identificar a éste después de que salió en todos los medios. Mientras tanto banderas de Boca, entre ellas la de San Justo, seguían colgadas flamantes en la baranda de la platea del mundialista. No son la reglas parejas para todos? Encima, la bandera de Boca era el doble que la mía, y que todas las de River que hicieron sacar.Después de eso todo lo que ya sabemos, la guardia de infantería, clara exposición de la ineficiencia de estos animales que se hacen llamar "Policías Bonaerenses" lanzando gases y balas de goma en plena tribuna al segundo de empezar a reprimir, para sacar una simple bandera que no cumplía con las medidas reglamentarias, ya que al solicitarle a los hinchas que no
mostrasen la bandera de Boca de "Munro" lo hicieron. En general se debe recurrir a esto después de un buen rato de que los incidentes no cesen. Consecuencia, hinchas desaforados, y con mucha bronca, como todos los que estábamos en el estadio ese día, que se tomaron revanchaa "echando" a la policía de la tribuna y siguiendo una guerra al mejor estilo Vietnam en al playón de acceso detrás de la misma. Acto seguido, la ineficiente policía
lanzó nuevamente gases desde fuera del estadio que cayeron a un costado de la popular y la platea, donde había niños, abuelas, abuelos, madres y padres. Es verdad, un niño de 5 o 6 años perdido representa un peligro latente que hay que reprimir con balazos y gases, como ese que se
eencontraba al lado mío y había perdido a su tío (al que gracias a Dios después encontramos en la popular) como tantos otros, y que lloraban desconsolados (era desgarrador ver este espectáculo).Colmo de todo esto: la falta de unicidad de criterio de la policía. Por ejemplo, me pueden hacer problemas a mí para entrar con mi pequeña bandera
mientras que la otra hinchada puede entrar con banderas largas y de otros clubes. Esto se observa a menudo en los estadios bonarenses. Por ejemplo vayan a un partido de la B y van a ver cuántas banderas "antireglamentarias" hay. El mismo policía que un Domingo te deja ingresar la bandera, al Domingo siguiente quizás si no tiene ganas no te la deja ingresar. Esto es una clara falta de desorganización y en definitiva también incita a la violencia,porque a quién voy a matar con mi bandera?Más colmo. Ver la cara de los policías al reprimir. Disfrutan el poder de
tener un arma en la mano y reprimir a la gente, niños, niñas, padres,madres, etc. Se creen todopoderosos sobre los caballos o pegando palazos, o disparando un arma. Disfrutan el hecho de tratarte mal, como me sucedión en la cancha de Lanús en Diciembre pasado y como otras tantas veces.
Conclusión, así no vamos a ningún lado. Estoy en contra de la violencia en el fútbol, pero las actitudes policiales terminan generando violencia en contra de los efectivos en, hasta hinchas como yo, que queremos la paz en las canchas. Te da bronca que te traten mal, que te "arreen como ganado" en lugar de facilitarte el acceso al estadio. Que un Domingo puedas pasar con tu bandera y que al siguiente no porque no. Que te trate como delincuente alhacer el cacheo. Que te repriman así porque sí como en el Superclásico del
3-0 el año pasado en la Boca. Que las leyes no sean parejas para todos. Que no sepan prevenir antes que reprimir. Que te insulten mientras te hacen el cacheo esperando tu reacción para reprimir como me pasó a mí y a tantos otros hinchas, incluso le pasó hasta a amigos míos hinchas de otros equipos, en la cancha de Chacarita. Que sean o parezcan tan ineficientes para desterrar la violencia de los estadios. Que entren en una tribuna y te repriman si vos lo único que querés es ver un partido de fútbol y alentar a tu equipo.Hay que hacer una distinción que es un claro indicador de la actitud de la policía. La hinchada de Boca al ver los incidentes que se producían con los hinchas de River amagó a salir para ayudarlos y defenderlos. Finalmente dejaron un hueco en la tribuna solidarizándose con la gente de River, hecho que la parcilidad millonaria aplaudió.Abandoné el estadio en el entretiempo, ya que partía mi micro rumbo a Bs.As. y no había podido conseguir otro pasaje más allá de las 0.20 y debido a que corría el riesgo si había más incidentes de perder el micro y no poder
ir a trabajar al día siguiente, pero créanme que el clima que se respiraba en el estadio no era de una fiesta del fútbol como un superclásico, sino más bien que parecía una ciudad después de un bombardeo en plena guerra, desolación, tristeza, llantos, etc. A esa altura lo que menos me importaba era lo futbolístico en sí. Poco me importaba el resultado, alguna jugada de Aimar o el Burrito o algún lujo de Saviola. Pensé que me estaban cargando al escuchar al otro día las declaraciones incoherentes de Gallego, el jefe de policía, y tantos otros. También pensé que me estaban cargando cuando la voz del estadio en el medio de tremenda
batalla campal decía que no se vayan porque el partido iba a seguir, claro había que vender toda la publicidad del entretiempo y del segundo tiempo. Malditos empresarios. Ellos contaban su dinero mientras otros contaban que
habían salvado su vida en la sala de un hospital. También me sorprendió que los jugadores continuaran jugando y que al salir nuevamente a la cancha hicieran oídos sordos a quienes les pedíamos que se retiraran desde lo más bajo de la platea a gritos.En fin, espero que esta barbarie algún día se termine, y que los policíasreflexionen acerca de su accionar. Será mucho pedir?